
La hortensia es, que sepamos, la única que varía su color con la acidez del suelo. No es la flor, en realidad, sino la bráctea: el tejido periférico a la flor en sí, y que en el caso de la hortensia es blanca, rosa o azul. A esa periferia, sin serlo, la llamamos flor.
Flor de hortensia, de Hydrangea: la bebedora de agua. Ahora, diluido en agua hay un radiador de aluminio, una aleta de hierro de la carrocería. Bráctea, de brattēa: “fina hoja de metal”. El aluminio será hoja de planta azul, el hierro será hoja rosa. Un líquido sulfuroso de batería diluye un retrovisor, que riega y nutre la tierra donde la planta vive. De rosa a azul, de azul a blanco o a rosa, el color varía de una floración a otra, con la acidez que aporta o corrige un radiador de aluminio, una aleta de hierro, un espejo retrovisor. Átomos de elementos que, gracias a la corrosión, han sido liberados de sus funciones (dureza, resistencia, durabilidad) para recuperar la potencia de otras (color, reproducción, caducidad). Aquí, como siempre y ahora, los electrones bailan.
La Citroën C15, conocida como la indestructible, es un vehículo de trabajo que se aproxima a los 40 años de vida en el filo compartido entre la eternidad y la desaparición; un símbolo aún visible entre tantos de un conjunto de oficios propio de la clase obrera, y un objeto que persiste en el paisaje cada vez más periférico de la capital. La flor aquí no es el centro, la flor rodea. No la flor, la bráctea: fina hoja de metal.
Durante el otoño de 2023 en @centroculturacondeduque, unas hortensias van perdiendo la flor, la hoja y el cuerpo que son, y comienza un ciclo que continuará extramuros hasta la siguiente floración
📸 The one and only @jorgeanguitamiron
Gracias:
@martinjimenezjavier
#oliviarico
@simo.natalia
@alehandrogomezperez
@gonzalonso86
@carolina_sisabel
@zuloark
@miren_doiz
@dreams.in.garage
@dorothymichaelss
@mekitronsl
Ayudas a la Creación @madrid
















