Botellón de leche

Elgatoconmoscas, Plaza Trinidad, Granada, a esa plaza era fijo que venían.
Unas semanas antes se aprobaba la Ordenanza para la convivencia que, además del botellón, veta un amplísimo espectro de usos del espacio público.
En una ciudad como Granada, su aplicación es abrasiva para la amplia cultura que hospeda la calle.